Lo primero sería el correspondiente check-in en el hostel Parthenon que ya teníamos reservado desde Montevideo. El mismo estaba ubicado al oeste de la ciudad, muy próximo al centro, en el barrio griego y desde nuestro dormitorio teníamos vista a la Sears tower.
La 2ª tarea seria la devolución de la van rentada en Alamo. Gracias a la ayuda del gps dimos enseguida con el lugar y el check-out fue inmediato. A esa hora del día, el cansancio acumulado se hacía sentir, ya teníamos encima dos días de ruta (unos 1700km y una noche de pernocte en la camioneta), pero nada nos detuvo y salimos a caminar por el centro de la ciudad.
Las primeras impresiones fueron las de una ciudad más norteamericana, no tan cosmopolita como lo fue New York. Las comparaciones eran inevitables ya que todos habíamos quedado impactados con Manhattan. Chicago se presentaba como una ciudad más amable, en cuanto a su escala y su gente. El downtown es comúnmente llamado The Loop (rulo) debido al nodo que forman las distintas líneas de tren en ese lugar, y la principal característica de ese sector de la ciudad es que las diferentes líneas circulan sobre estructuras elevadas del suelo, generando un paisaje muy particular. Desde el Loop es posible combinar todas las líneas de tren para los diferentes puntos de la ciudad. Otra característica es que una misma línea de tren circula a nivel subterráneo, sobre elevado y a nivel de calle en medio de las autopistas. Todo el sistema de transporte público es muy eficiente. Al llegar compramos un pase de metro sin límite que podíamos usarlo tanto en tren como en bus y los tres días costaba u$s14, esto nos permitió poder trasladarnos a diferentes puntos de la ciudad, optimizando tiempo y dinero.
En la noche el equipo docente propuso una recorrida por un sector céntrico, sobre el borde de uno de los canales de la ciudad. De regreso al hostel, parada por el super y comida grupal preparada en la cocina que disponíamos en el 2do piso.
Al día siguiente, fuimos al IIT (Instituto de Tecnología de Illinois), a conocer un edificio de Mies Van der Rohe llamado Crown Hall donde funciona un centro de diseño, y el Mc cormick Tribune Campus de Koolhaas, dos edificios totalmente distintos, uno elegante y simétrico y el otro contemporáneo de colores estridentes y caótico. Más tarde salimos hacia Oak Park, un barrio residencial ubicado en los suburbios de Chicago, caracterizado por sus exuberantes jardines, avenidas arboladas, y la arquitectura de Frank Lloyd Wright. Alli visitamos lo que fue su estudio y vivienda y el Templo Unitario.
Esa tarde la hicimos rendir, y luego de Oak Park, nos fuimos al otro extremo de la ciudad en busca de otra joyita de este arquitecto, la Robbie House, y sin querer nos encontramos con un edificio de Vinoly, la Universidad de Chicago. El ultimo día tenia que rendir y lo terminamos a lo grande. Comenzamos temprano en la mañana con Millennium Park, lugar espectacular con importantes intervenciones que logran dotar al lugar paisaje único que define a Chicago. Alli se encuentra el escenario abierto de Gehry, la escultura Cloud Gate, que consiste en un espejo gigante con forma de “poroto” y refleja los principales rascacielos del Loop. Tambien se encuentra en ese lugar The crown fountain, una fuente de 15mts. de altura que proyecta rostros de diferentes habitantes de la ciudad. Luego seguimos por el Art Institute of Chicago de Renzo Piano, edificio al cual se puede acceder a través de una rampa desde el parque y se tienen unas vistas impresionantes. En la tarde seguimos por Chicago Lakefront, sobre el lago Michigan. Estuvimos en un puerto muy similar al del Buceo, seguimos por la costanera y llegamos hasta dos obras que nos interesaba mucho conocer de cerca, Lake Point Tower y Lake Shore Drive. Finalmente terminamos la tarde en el observatorio del Hancock Center ubicado en la parte superior de la torre, las vistas nos dejaron sin palabras! Se nos hizo la noche y la recorrida termino en la North Michigan Avenue.
Fueron 3 dias muy intensos que los disfrutamos muchísimo pero nos hubiera gustado quedarnos unos mas, es una ciudad hermosa que tiene mucho para ofrecer. Al otro día debíamos estar muy temprano en el aeropuerto, el destino seria…Las Vegas, la ciudad del pecado.
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