Entre la levantada de la camioneta y despedida de Sebi Nilka y Andreita nuestra partida se retrasó, debíamos recoger al resto de los integrantes del grupo que se hospedaban en un hostel en el barrio de Harlem en NewYork. Asi que la entrada a Manhattan por el túnel Lincoln y la salida por el George Washington bridge en un sábado por la tarde era tarea complicada. Luego de sorteados todos los obstáculos mediante la ayuda del gps, el sábado 1 de mayo a las 16hr ya estábamos conduciendo por la autopista interestatal 76 rumbo a la ciudad de Pittsburgh ya que allí pasaríamos la noche. El paisaje era increíble!, zona de bosques entre sierras bastante pronunciadas, zonas agrícolas y la autopista espectacular! La verdad que se viaja muy comodo y seguro y la ruta no se hace monótona, ya que hay muchas curvas, bajadas muy pronunciadas y tuneles. Después de una cuantas paradas técnicas en los “Rest area”(lugar que se encuentran a los lados de las autopistas y que cuentan con servicios y baños para los viajantes), llegamos en el entorno de las 12 de la noche en busca de un motel de ruta limpio y barato, el elegido fue el Motel Pittsburgh, ubicado hacia las afueras de la ciudad en una zona residencial muy boscosa.
A la mañana siguiente nos levantamos bajo una intensa lluvia y nos dirigimos hacia Millrun, un pueblo ubicado en una zona rural en el estado de Pennsylvania, desde allí llegaríamos a la Casa de la Cascada, teníamos reservada la entrada para las 10 de la mañana.
Es difícil de explicar la sensación que nos invadió a todos al ver por primera vez esta obra que es referencia durante toda nuestra carrera. Si bien la hemos estudiado en profundidad y visto muchísimas fotos, lo más impactante fue ver como el arquitecto mimetizo la vivienda con el entorno. Se encuentra ubicada sobre el curso de un arroyo, en una zona de vegetación muy densa y su construcción fue en el ano 1935.
Desde el interior dominan las vistas hacia el bosque, y la gran protagonista es la caída de agua, cuyo sonido se puede sentir desde todas las habitaciones. El material principal es la piedra, que ya se encontraba en ese sitio y fue trabajada a mano. Primero hicimos un tour guido por el interior y luego sin importarnos la lluvia, la recorrimos de punta a punta tratando de fotografiar todo lo que nuestras retinas no podían retener.
El siguiente destino fue la ciudad de Toledo en el estado de Ohio, alli llegamos en la noche. El edificio se trata de un anexo al museo de arte de Toledo y se exhiben alli objetos de cristal y se muestro el proceso de fabricación. La obra es una joyita de la arquitecta japonesa Kazuyo Sejima. Si bien el museo ya se encontraba cerrado, pasamos alli un rato en busca de unas buenas fotos.
El viaje continuo y manejamos toda la noche atravesando el estado de Indiana hasta llegar a Illinois. Llegamos a eso de las 4 de la mañana a las afueras de la ciudad de Chicago y dormimos en la camioneta en un pueblo llamado Plano, alli se encontraba la casa “Farnsworth”, obra de Mies del ano 1946, otra casa que nos interesaba mucho visitar.
Finalmente a las 11 de la mañana del lunes 3 de mayo, estábamos llegando a Chicago, inmersos en una importante congestion en una de las autopistas de acceso a la ciudad. A media hora de llegar al down town, se recortaba en el horizonte el perfil de la ciudad y la torre Sears dominaba el paisaje, en ese momento todos despertaron y fue una gran algarabía, la ciudad de los vientos nos esperaba con su mejor cara.
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